Es una de las pocas voces femeninas en un género dominado por hombres. Pero André Veloz, ha logrado abrirse camino en el mundo de la bachata a través de sus propias composiciones y una fusión con otros estilos y géneros musicales. Philip Klint nos tiene su historia. 

Viene de una familia de abogados. Pero André Veloz nunca se interesó en una carrera en derecho. Su pasión desde chica fue la música, canciones de Madonna, que solía entonar en la regadera de su casa, rock latino y por supuesto el merengue de su país natal. 

Nacida en St. Croix en las Islas Vírgenes, Veloz se crió en República Dominicana y es ahí donde poco a poco se fue empapando de lo que se convertiría en su vocación, una de las pocas mujeres intérpretes de la bachata roja o bachata tradicional. 

"Cualquier música folklórica de un país tiene que tener un elemento importante para tú cantarla que venga de aquí adentro.Toda la bachata o la mayoría tiene que ver con asuntos del corazón o mal de amor así que gracias todos los novios que me han botado o me han tratado mal porque eso me ha ayudado a poseer las canciones", dijo André Veloz. 

Esas canciones no las empezó a poseer hasta mucho más tarde. Y es que para una niña o joven en República Dominicana en los años 80, la bachata era una música prohibida, un tabú, un género no apto para una señorita o una niña decente. 

"La bachata viene de los burdeles, tal como el tango, tal como el blues viene de lo más adentro y la gente más desposeída del país que cuando cobraban se iban a las barras y ahí tocaban la bachata así que ya tú sabes, la gente asociaba la bachata con burdel, con mujeres de la vida alegre, con peleas", dijo Veloz. 

A pesar de este estigma Veloz dice que la bachata se convertiría en algo como el aire, algo que no podía dejar de oír especialmente después de mudarse a Nueva York en 2001. Ya radicada aquí comenzó a cantar en restaurantes y festivales locales con legendarios músicos como Edilio Paredes, uno de los guitarristas más emblemáticos de la bachata. 

Esos jams también se producen hoy en día en su apartamento de El Bronx conocido como la Guarida donde en su tiempo libre no solo pule esas tradicionales canciones de la bachata roja pero además se va abriendo camino como compositora y escritora, fusionando estas canciones tan dominicanas con otros géneros como el jazz. 

Veloz dice que la música es difícil de navegar  para una mujer especialmente cuando se trata de la bachata, un género prácticamente dominado por el hombre, algo que se ve reflejado en las letras de las canciones.  

En efecto son muy pocas las mujeres que han incursionado en el mundo de la bachata, nombres como Melida Rodríguez y Aridia Ventura son la excepción. Lo que se ha propuesto Veloz es no sólo darle un toque femenino al género pero también transformar el mensaje tradicional de estas canciones.

"Música desde la perspectiva de una mujer fuerte, eso es lo que yo quiero traer a la mesa. Yo quiero traer esa bachata desde el punto de vista de una mujer segura de sí misma, independiente que trabaja", dijo Veloz.